1. Las Escrituras tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento son inspiradas por Dios. Son
la revelación de Dios para el hombre y su regla infalible de fe y conducta (2 Pedro 1:21)
2. Hay un solo Dios verdadero revelado en tres personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
(1 Juan 5:7)
3. Jesucristo es Dios eterno (Mateo 1:23; Romanos 9:5)
4. El hombre fue creado bueno y justo, pero cayo voluntariamente de la gracia de Dios debido a
su pecado; trayendo sobre sí mismo la muerte física y espiritual (Génesis 1:27; 3:17-19)
5. La única esperanza de redención para el hombre es a través de la sangre derramada por
Jesucristo, el Hijo de Dios
6. El Señor Jesús estableció dos sacramentos. El bautismo en agua por inmersión total; y la
pascua conocida como la Santa Cena. Esta consiste en el partimiento del pan que simboliza
el cuerpo herido de Cristo por nosotros. Y el fruto de la vid simbolizando Su sangre
derramada para limpiarnos de nuestros pecados (Mateo 28:19; Lucas 22:14-20;
Hechos 8:36-38)
7. Creemos en el bautismo de Espíritu Santo como una experiencia aparte de la salvación,
según el mandato de Señor Jesucristo (Hechos 1:4, 8)
8. La evidencia física inicial del bautismo en el Espíritu Santo es hablar en otras lenguas
(Hechos 2:4)
9. La santificación es nuestra dedicación a Dios y separación total del mal y del pecado
(Levíticos 20:26)
10. La Iglesia tiene la comisión de evangelizar al mundo, adorar a Dios y edificar a los
creyentes (Marcos 16:20; Lucas 24:52-53; Hechos 2:46-47; Efesios 4:11-16)
11. El propósito de la iglesia se logra mediante personas llamadas y ordenadas por Dios
(Efesios 4:11-16)
12. La sanidad divina es una parte integral del evangelio. Cristo sana (Mateo 10:7-8)
13. El Señor resucitara a los que han muerto en El y los arrebatara junto con los que estén vivos
su venida (1 Tesalonicenses 4:14-17)
14. Después del retorno de Cristo por su iglesia, vendrá por segunda vez visiblemente con sus
santos estableciendo un reino paz sobre la tierra por mil años (Apocalipsis 20:1-6)
15. Habrá un juicio final en el que los pecadores muertos serán resucitados para condenación
eterna (Apocalipsis 20:11-15)
16. Habrá cielos nuevos y la tierra nueva en los cuales reinará la justicia de Dios (Apocalipsis 21 y 22)